Y yo tan cabezona, tan extrema en emociones.
Acabar el día con un fogonazo de verdad, que nose dice, no se ve pero se siente.
Cojones, Marina. Cómo es posible que a veces no veas las cosas ocultas tras un silencio tan chillón?
No, no voy acorde con mi edad, nunca fui.
Ni tú.
Ni nunca vamos a encajar en lo que sea para agradar a gente.
Somos nosotros, raros, diferentes,
Pero complementarios.
Escribo mil cosas, pero nada alcanza esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario