30 ene 2015

No lo hagas

Cuando estás mal se me parte la boca, fluye toda la sangre que dan color a mis labios.
Al haber menos sangre, mi corazón decelera y eso repercute en el brillo de mis ojos.
Ya estaba acostumbrada a sufrir por mí. ¿Ahora por qué tú?
El sufrimiento ajeno es más difícil, aun, de entender.
Qué te pasa?
Que él/ella está mal.
Y qué le pasa?
No lo sabe. Yo qué voy a saber.
Qué le duele? Por qué sufre?
Que no lo sé!!

Sé que está mal, que yo no debería complicar más las cosas, pero no soportó la duda de cuán grande es un sufrimiento.

No tengo heridas, pero sus silencios queman.
No tengo fiebre ni lloro, pero se me reseca el estómago.

Pueden pasar tormentas, tarde de viento..  pero él/ella está encerrad@ en casa. Qué más haría que hiciese sol? Qué más daría que fuese un buen día?

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