¿Eres feliz? ¿Estás enamorada? ¿Tu vida está teniendo
significado? ¿La vida te trata bien?
Son varias de las preguntas a las que contestaría así. Porque
no tengo razones para quejarme pero me da que la felicidad no es esto. Porque
ya no sé ni lo que siento: simple atracción, simpatía, cariño… pero ¿amor?
Porque hay aspectos en los que sí, pero muchos momentos de mi día a día dudo de
si vivo en un plano real. Porque me obsequia con alegrías, pero hay temporadas
en las que la suerte parece ser una desconocida. Sé que queda feo quejarme cuando
tengo de todo, pero todas las personas somos ambiciosas, cada vez más. Y la
vida es imperfecta porque existe el bien y el mal, y también la injusticia. Mientras
haya injusticia no creo en la felicidad completa. Ya lo decía un libro: Nuestra
mayor aspiración debe ser la imperfecta felicidad. Porque no hay más. Las dudas
son algo básico de este mundo. Sale el sol, luego duda y viene la luna. Llueve,
pero las nubes dudan y paran. Y es lo que da sentido a todo. Solo me queda
contribuir al mundo con mis pequeñas dudas.