21 nov 2018

No pares

Archivador, sí, lo sé.
Pero me siento engullir en cosa de semanas.

Spinning, yoga, niños, amor. Sí.
Pero no puedo evitar temblar de frío de nostalgia.
No puedo no llorar en la relajación de yoga.
No puedo olvidarme en cada escaparate de quienes ya no están.

Y me saca de quicio cuando a alguien que conoces de dos días se le da el poder de anularte.

Y mezclo cosas.
Haber quemado unas últimas frases a un corazón que, clínicamente late, ha sido soltar pesadillas y manías horribles.
Meterme otra vez en pentagramas e intentos de coreografía, magia.

Sinceramente mi corazón pide pausa pero no le dejo.

Nunca lo había hecho

Ni pensado.

Hay un lugar al que he ido con las 3 personas que más han marcado mi historia, para mal.
Pero ya no duelen.
Han perdido el poder, y me han hecho crecer.

Pasa que vuelves, rodeada de lluvia, que ya no sonlm lágrimas, ni miedo.
Y esa lluvia hiela por fuera, pero limpia por dentro.

Que por qué he sido tan loca y he continuado hacia hojas y barro?
Porque pese a esas 3 historias, hay un patrón de primeros años con luz más que suficiente.

16 nov 2018

Filtro

Cuánto, hasta dónde tengo que escribir explotando?
Aquí o en mi archivador?

Qué sentimiento es hormonal y cuál temporal?
Callar es mentir o filtrar?

No sé si estar contigo, el spinning, los niños y/o el yoga conseguirán mantenerme a raya hasta fin de año.
Y me da miedo.

El cuerpo no para de pedirme retos. Supera esto, supera aquello.

Qué ha pasado con la chica que olía a vainilla (primeras entradas), la que a veces no quería escribir?
La que tenía miedo de sí misma.

Todo llega
Todo pasa
Todo cambia

14 nov 2018

Simplemente días

No es prejuicio.
No es una fecha.
No hay motivo.

En la última meditación con mis personitas de yoga vi que soy feliz, que tengo mucho más de lo que esperaba de este año.
No espero nada de nadie ni de ningún día.

Los viernes con bichillos que me llaman tía, y se tumban sobre mis piernas.
Días 3 que son un día más.

No acerté a enhebrar una máquina de coser el 25/09.
No he vuelto a pisar Arabesque.
Pero mis piernas parecen otras.
Tolero cierto tacón.
Controlo mejor las lágrimas y exteriorizo sin imvadir a nadie.

"Mi cuerpo es fuerte. Puede regenerarse solo"
Tras muchas clases con Pangea, me quedo con ese mantra.

Nos sirve a ti y a mí.
Para todo.
Para siempre.
Para cualquier circunstancia.

Y si hay fechas difíciles o que no agradan, son simplemente días.
Si ciertas palabras duelen, se forma una burbuja y listo.