1 feb 2015

Ilusiones

Cada ratito contigo o hablando de ti me recuerda que estoy viva, que respiro, que sonrío porque tengo motivos. Que hay alguien que un día decidió darme la atención, en forma de café que necesitaba.
Cada vez que siento la clave de sol sobre el pecho o cuando rozo mi muñeca en busca de la goma del pelo, veo que estás conmigo. Que todo lo demás no importa. Qué más da que la gente hable mal de mí, de lo que hago o dejo de hacer.

Y luego está la magia que.... no sé porqué ni cómo hace que te adaptes a mí y a mis necesidades. A mis tiempos, a mis frases raras, mi lengujae corporal, mis fechas, mi historial vital con todos sus amarillos.

Somos personas opuestas. Jamás te veré emocionado en una librería, ni llorando tras escuchar un lento de piano, ni vibrando al ver ballet.... O sí, pero me da igual.
Me gustas por cómo me siento contigo, no sé nada más ni quiero saber nada más.

Te prometí verme calzar las medias puntas.... pero quién sabe dónde, si será ante más gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario