Nadie dijo que fuera fácil

Maldita zona de confort.
Maldita indecisa autoestima.
Maldita mala racha pasada.
Maldita propia desconfianza.
Maldita espera.

Agradecida esperanza.
Agradecida amistad sincera.
Agradecidos cafés y risas.
Agradecidas caricias.
Agradecidas confidencias.

El origen tira, sí.
Pero también tiran las ganas de levantarse tras haber tropezado mil vces con realidades desagradables.
No todas las amistades son turbias.
No todos los amores son falsos.
NO todos los sueños son inalcanzables.

Igual que nadie sabe TODO.
Nadie conoce al 100% a nadie, ni siquiera uno mismo.

NADIE sabe el valor que tiene para alguien.
Lo asumo, no entiendo qué te gustó de mí, tras haber asqueado a tanta gente.
No sé si fue parte física, parte de fragilidad, inocencia...¿Fui una muñeca rota que te propusiste arreglar?
Está claro que no. Hace ya un tiempo que estoy entera.

La memoria a menudo me juega malas pasadas, lógico. Recuerdo mis tropiezos y empujones, pero el resto del día disfruto de mi realidad.

No estoy sola.
No estoy mal.
No soy rara.
Y si soy rara, encajo con otro raro.