23 nov 2015

Niños

"Que cuki eres. Eh, no me llames galleta."

El único motivo por el que galleta puede resultar desagradable como adjetivo es que te hace comestible. Por lo demás, deseado,dulce, tierno y crujiente en su justa medida.

Otro factor "justificable" a ese rechazo puede ser la totalmente ABSURDA asociación a la infancia (idiotas que creen que la infancia es desgraciada y vergonzosa).

Pero hoy todo esto se me ha pasado por la cabeza cuando estábamos en tu cuarto, sentados al lado del otro,comiendo unas galletas Príncipe.

Me he acordado inevitablemente de "Epi, puedo comer galletas en mi cama?... Y en la tuya?". Luego, como niños, hemos reido amenazados por ataques desmedidos de cosquillas.
Pena que me haya tenido que ir.

Porque el sábado fue la primera vez en años que las risas de mis cosquillas era risa de verdad. Risa de pasarlo bien.
De niña.

Soy tu niña, aunque no me lo digas.
Porque sólo lo soy contigo.

Pierdo la cordura y digo lo que se me pasa por la cabeza, sin procesar, sin martirizar.

Me gustaría haberme quedado a comer galletas y sentirte tan a carcajadas.

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