Fueron tantos, son y serán interminables.
Falta menos de dos días para cafés romanos, llenos de dos años, de tanto aprendido.
Pero estoy esperando que sea la hora para cierta decisión, y tomó café en un sitio recién descubierto.
Música de mi estilo, sofá continuo, puffs y una orquídea amarilla sobre piedras rojas.
Esta mañana me he acordado de nuestro primer Sant Jordi; un historia tan mágica, una rosa tan llena de significado.
Ha cambiado todo.
Sonrío, disfruto y confío.
Lo más difícil fue sonreír.
Una promesa más de tu rosa amarilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario