Escribir a diario lo que necesitaba, o lo que aún no me creía, tenía sentido.
Pero ahora qué?
Hace unas semanas me di cuenta de que insistir en un único deseo, criticado, no compartido con más de dos personas... no tiene mucho sentido.
Hago deporte, como antes, como siempre.
Y me siento bien.
Nunca creí que iba a poder rozar lo que estoy logrando, como en plano emocional.
Yo qué sabía que iba a ser tan... así?
Feliz? Fría y dulce a la vez? No sé, son otras palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario