5 may 2017

Que llueva

Me come un silencio brutal, como si tuviera miedo a decir de más, y te preocupas.

Y, mientras mis ojos buscan muchos metros allá de la ventanilla del bus, pienso tantas cosas a la vez que, cuando me preguntas preocupado, es más fácil decir que estoy bien, que no pasa nada.

Esta rabia de no saber resumir lo que pienso es como budú cerebral.
Casi agradezco la mini resaca de esta mañana, todo sea con tal de una pausa.

Y si todo lo arreglara un sobre de ibuprofeno en un litro de agua?
Y si quiero beber otras cosas?
Y si me sumerjo en tus sábanas y me anclo a tus costillas?

Qué pasaría si dejase de ser paciente, volverme egoísta? Qué pasaría, a parte de no compensar por faltarte y faltarme el respeto?

Creo que hace tiempo ya en que tus límites se han ido acercando a los míos.
Como las cosquillas prohibidas, cada uno con un mapa y fronteras diferentes.

También sé que ya.no «rezas por que deje de llover».
No sabes si hablarme ni tocarme, pero me dejas echar lo que sea, modo terapia detox.

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