5 nov 2017

Promesas fáciles de olvidar

Ya no echo de menos.
Ya no duele.
Está superado.

Todo mentira.
Vale, entre el ruido uno no es tan consciente de los vacíos, pero siguen ahi.
Como hace demasiado tiempo, escuchas canciones y de repente te rompes.

Historias que supuestamente hablan de personas concretas, pero que es mentira.
Todas las heridas tienen demasiado en común, curen o no.

Y como hace también demasiado tiempo, echar de menos no siempre está relacionado con algo real.
Es lo que más duele.

Perseguir algo inexacto, de lo que te faltan datos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario