13 ene 2019

Entre sábanas y cama

No suelo escribir metida en la cama.

Me considero tolerante, pero tengo límites.
No me gusta la gente machista. Literalmente, no con nuevos adjetivos.
No me gustan las personas que no saben nada y hablan de vidas ajenas, como si fuesen sabedrxs de sus historias.
No me agrada la incapacidad al diálogo.

Cada vez soy más consciente de cómo soy, qué decido yo y qué es genético.
Qué puede cambiar.
Qué frases ignorar.
De quién alejarme.

De "a ver si nos tomamos un café" está la vida llena.
De "dónde estás? Que voy", no tanto.

No cualquiera vale.
Ni cafés, ni estar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario