21 sept 2019

Ya no es dolor, sino pena

Cuando un agresor (ambos gèneros) de cualquier tipo se hace el sorprendido o, peor aun, víctima.
Cuando una amistad se indigna porque alguien se ha cansado. "Con todo lo que he hecho", pero solo recordando lo positivo.
Cuando cualquier persona se cuelga la medallita de "yo te ayudé una vez" Qué más dan todas las putadas, no?

Por compartir sábanas, apellido, etapas... nadie se libra de un adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario