No sé cuándo terminó el desastre andante que fui, esa chica sumisa, generosa cuando no debía.
No lo sé con exactitud.
Y ahora aquí estoy, agradeciendo cada gran error que me ha llevado a ser así, rencorosa, radical, muy emocional, optimista.
Por algo será.
Me cuesta confiar, pero, cuando siento, lo hago con locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario