10 oct 2019

Perspectiva

No pretendo que la madurez mental sea mundial, ni la empatía, ni alta sensibilidad.
Pero imagínate que todo lo que siente tu vecino lo sintieras tú.
Aunque fuese la mitad, seguramente no cuchichearías tanto.

Imagina que, por un día, no tuvieras voz, oído, vista, tu movilidad habitual o esa rutina de la que tanto te quejas.

En mis días flojos lo pienso y se me pasa de golpe.
Como quejarme?
No hace falta que me aleje demasiado; con 10 años estoy servidísima.
Estamos en octubre.
Hace 10, comencé un martes en FOL con vértigos. Y en cuestión de semanas empezaron a torcerse varias cosas.

Pero ese tiempo son mil vidas.

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