23 nov 2019

Café y reinicia

Un patrón se repite, inconscientemente, hasta que uno se rebela.

Mi cuerpo, mis normas.
Mi vida, mi ideoligía. 
Mi silencio, mis incontinencias verbales. 

Es raro, pero ni el amor romántico, ni esas amistades que son familia sin sangre, se igualan a otras personas.

Vas a tu bola, y, como vivir a 100 metros es lo que tiene, te encuentras.
Y un café arregla todo lo que estaba desordenado. 
Es como ir a investigar a una biblioteca, como leer capítulos que yo viví pero no sentí.

Nadie valora el poder que tiene cruzar un rellqno y que te den macarrones, o bajar dos pisos e intercambiar películas. 

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