Y a la segunda?
Supongo que les hablaría de cuánto me hacen falta, sobre todo en los instantes de felicidad.
Me gustaría que pudieran compartirlos, con risas y sonrisas, bailando y cantando.
Mientras la mayoría llaman fiesta al alcohol, nosotras somos de café y té.
Puede que inconscientemente este tratamiento de lucha interior me haya impulsado a decir no frente a cualquier chupito o copa de vino.
A ambas, estáis en el tatuaje más íntimo.
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