Tu paz mental es la base.
Vale, y cuando mandar a la mierda no merece ni la pena?
Vale, me callo y contacto mínimo.
Peto el bucle sigue y sigue, porque no sé qué se cree, que voy de perrito faldero?
Menos mal que luego estás tú.
Estás entendiendo y acompañando algunas fases repentinas, ya es que ni juegos de niños parecen aptos.
No hay palabras en el mundo para agradecer tu paciencia, de verdad.
No sé si aguanto todo esto porque soy demasiado lista o demasiado idiota.
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