Me va bien. No me quejo de nada porque... tengo de todo. Más de lo necesario para ser feliz. Deberia estar radiante cada minuto del dia, pero no sé si será por esto de la Navidad o qué, que me siento vacia. Estoy releyendo el segundo libro de Risto Mejide y en un capitulo habla sobre los abrazos infravalorados: que cuando las palabras no salen... lo único que se puede es dar un abrazo, de esos que lo dicen todo, como tocar el ombligo(Albert Espinosa)
Y repito que no me quejo, porque tengo unos amigos que no tienen precio, he conseguido senti como amigo de verdad al que ha sido mi primer amor, vivo con mil lujos como libros, ropa, Internet, bisuteria, comida al gusto, contrato de movil, cuestiones sanitarias...
Pero soy tan boba que noto frio, y no frio del que hace en invierno y se alivia con una manta del que simboliza la soledad, del que te hace gritar buscando alguie con quien poder compartir, del que te hace sentir inferior...
Pero no me siento inferior, cómo iba a hacerlo?Tampoco entirme más que nadie, claro, pero sé que mi vida es un lujo. Solo hay que abrir un poco el corazon y pensar en la otra punta del mundo, o donde no hay agua potable, donde el hambre es una tortura diaria, donde una manta es valorada como un diamante pulido.
No quiero hacer de este blog un resumen de las condiciones tercermundistas, asi que creo que será mejor expresar lo que ronda por mi cabecita egoista.
Siento que, aunque ya no le quiera y le vea como un amigo, mi mayor deseo es enamorarme, ser correspondida e inventar una vida con esa persona, construir un albarán de deseos comunes y que el importe neto sea 0, porque los deseos no seran cumplidos a causa de dinero, porque el amor siempre será gratuito.
Otro de mis deseos es rellenar cientos y cientos de páginas con experiencias, buenas y malas, que hagan sabia la recopilacion de todos mis años.
Otro es saber cómo vivir, qué caso hacer a cada sueño, a cada circunstancia a cada aviso o pista que me dé la vida.
Otro es conseguir reirme en la cara del dolor y del miedo.
Son 4
Siempre hay una persona para cada uno/a, por eso nunca hemos de cerrar puertas a nada, lo digo por experiencia. Quizás a lo largo de un día, se conozcan "X" personas, y puede que no merezcan la pena, pero puede que al día siguiente si aparezca alguna :)
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