19 mar 2012

Un sueño

Un sueño intenso, por mucho que digan que los sueños duran medio minuto, pues el reloj marcó once horas distintas.
Empezó tomando un café con mi mejor amigo, hablando de la vida, y en un momento me dice que ha quedado con otro amigo, que si no me importa. El caso es que con él tambien hablamos y hablamos, que asi es como dicen que se conoce a la gente. Mis manos y las del amigo misterioso se rozaron durante lo que dura un parpadeo y noté que estaban heladas; me dio penilla y escondi sus manos entre las mias, para que entrara en calor. Quise salir un momento, y mi amigo se negaba a dejar a la interperie nuestro sembrado de botellitas. Luego volvimos, y mi amigo dijo que le dieramos una hora para ir a casa, cenar algo y espavilarse. Entonces el amigo misterioso y yo decidimos cenar una tonteria, no sin dejar de hablar y de jugar con nuestras manos. Me resultó afectivo. Al final, llegamos a la conclusion de que el amigo misterioso y yo tenemos muchisimas, demasiadas cosas en comun. Me habia querido besar, pero yo le habia frenado porque no me sentia cómoda del todo. Pero al tener demasiadas cosas en comun, puedo decir que fuimos trasparentes, y, a traves de aquella trasparencia, pude ver que esas "cosas en comun" eran todas las básicas, y alguna más. Cuando volvio mi amigo, nos cambiamos de posicion en aquel bar que hizo leyenda algun dia. Y el amigo misterioso me besó. Fue un beso dulce, al principio parecia una ilusion, pero cuando el roce de los labios y el jugueteo de nuestras manos se hizo más evidente, pude saber que era una nueva sensacion para mi. A ese amigo misterioso le encantaba el mismo grupo musical que a mí me encantó desde el primer single. Teniamos un pasado similar. Ambos eramos importantes para nuestro amigo. Ambos habiamos sufrido; podriamos considerarnos almas gemelas?
El caso es que nuestro amigo vio que sobraba, se alegró muchisimo por nosotros y se fue. Compartimos un rato más. Besos dulces, como las canciones que nos gustaban a los dos. Deslizó sus manos, ya no tan frias, por mi cuello. Las pulsaciones fueron subiendo. Y decidimos cambiar el bar por su coche. Al principio senti algo de miedo, pero fue un miedo tonto. Nada más entrar en el coche, empezó a sonar una lista de canciones de nuestro grupo favorito. "Brindaré a solas para que esta sea la ultima vez que brindo por ti...", " Me encanta cuando dices que me amas", "Mi estrella blanca"...
Y con este fondo musical, poco a poco, "venci" mi mayor miedo. Hubo lágrimas, de tristeza o dolor no lo sé. Le abracé, o me abrazó, tampoco lo sé. No pasó nada, pero pasó más de lo suficiente para constar como un muy gran paso. Me llevó a casa, aunque estuvimos largo rato hablando dentro del coche, aparcado. Me habló de lo que sentía. Me habló de que soy fuerte, muchisimo, más de lo que podria imaginar.
Y Yo le dije que jamas olvidaria esa noche. Que me llamara idiota, pero cualquiera diria que él, este amigo misterioso, fuera un angel. Mi angel. Aunque ya se sabe que los angeles vienen y van. No supe especificar qué sentia por este extraño angel. Sólo digo, igual que ayer entre lágrimas, que, angel o no, anoche me salvó la vida. Asi que anoche besé a un ángel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario