Cada noche cuando me meto a la cama repito y repito mi deseo de
conocerte y ser feliz. Sé que contigo pasaré página, me enamoraré y perderé
todos mis miedos. El amor todo lo puede.
Quiero que se hagan realidad todos mis blogs de inventario de
recuerdos, compartir sofá, comodidad como en un sofá… y mucho más. Y no es por venganza
a todas aquellas personas que se empeñaron en joder mi vida, es por mí, porque
creo que me lo merezco. Es un poco… básico, pero creo que el destino final de
cada vida es el amor. Las personas estamos programadas para sentir, para crear
vida y destilar amor a la vida.
Y todo gira en torno al amor porque… es más que el 95% de las canciones
o películas; es ir por la calle y ver parejas haciéndose cariñitos, ir a una
inmobiliaria y ver a matrimonios o novios que buscan piso, estar en la sala de
espera de un hospital y ver futuros padres a la espera de un veredicto. Y ese
es el amor clásico, pero también es amor una chica que va sola por la calle,
perdida en sus pensamientos, tal vez en recuerdos de alguien o de algo; también
abrir las ventanas y embriagarte con el brillo del sol, de la vida; también un
enfermo terminal, en un hospital, aun atado a la idea de vivir.
Y siempre, en cualquier caso, el amor es lo que nos hace seguir
adelante. Y yo quiero amar (te), aunque tendré que esperar a conocerte.
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