Ya no es hablar de amor, ese tema es demasiado amplio para
abarcarlo en frases. Voy a hablar de los recuerdos. Porque últimamente, no sé
porqué, me vienen a la cabeza demasiados. Buenos y malos. Importantes y
puntuales. Recuerdo situaciones concretas, personas y sus comportamientos. Frases
que he oído o pronunciado. Puedo dar ejemplos de situaciones recordadas últimamente.
Una entrevista de trabajo grabada en clase, hace dos años. Una nueva estrella
nombrada una noche en casa de un conocido. Un ultimátum en casa de un amigo,
mientras los demás jugaban con la consola. Un día de entre tantos pasándome las
planchas en la habitación desordenada de una entonces amiga. En la puerta del
Konogan, hablando por el móvil, con lluvia. Tres gofres con chocolate. Una película
de miedo con el perro pasando cerca del sofá. Contemplar cómo el amor todo lo
puede. Enamorarme del sonido de un violín. Comparación de mi piel con la
vainilla. Un parque de Fuentes Blancas como el principio de una pesadilla. Un restaurante
chino ya fijado como gran error.
Y así podría seguir hasta saturar blogspot. Como veis,
procuro destacar los buenos recuerdos, pero también hay malos, muchos más de
los señalados. Cuándo habrá desequilibrio sincero en mi lista?
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