Ser víctima del paso del tiempo y verlo pasar, ajeno a mis
caprichos. No saber qué decir, qué hacer ni qué sentir. Dudar de todo.
Pero todo cambia contigo.
No dudar de NADA. Rechazar cualquier intento de consejo;
para qué, si nadie sabe cómo soy ni cómo siento por ti. Por una vez, estoy
segura de mí misma. No pienso ser la niña ilusa y absurda que tenía miedo de
quien no lo merecía y no temía de quien debía. No me voy a avergonzar de sentir
lo que siento; sí, estoy enamorada de ti, por muy difícil que sea conseguir
igualar la balanza. Y nadie, que no sea tú, tendrá el derecho de derribar mi
sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario