10 jun 2013


Hacía ya tiempo que no usaba mechero para enviarte alguna carta, pero esta tarde me ha parecido el momento adecuado. Mañana no sé si dispondré de fuerzas para hacerlo. ¿Sabes? Mi “hermano mayor” me ha dicho que le asombra mi fortaleza y que sabe que mañana conseguiré no derramar lágrimas por ti. Que tengo que pensar más en mí misma, y , por tanto, es justo que piense en ti. En esto, contigo, ni Caramelo parece entenderme. No lo sé, la verdad es que me da exactamente igual. Es algo que nadie puede entender al 100%. No es amor fraternal, ni amistad, ni eternidad. Una vez escribí que eres el oxígeno de mis sonrisas, y me doy cuenta de que también eres el aire frío que seca mis llantos. Ya casi había olvidado los ataques de ansiedad y la sensación de ahogo, pero esta mañana, en el tatami, los he recordado. No quiero ni pensar en mañana; clase más dura y toda una tarde sola, prácticamente. Habrá personitas dispuestas a ayudarme con sus palabras. Raúl, Juanjo, Jony, Iván, Sonia, Anita… pero no estarás tú. Tengo asumido que no vas a volver, que carece de sentido recordar esta fecha y que no serás más que un recuerdo. Pero también tengo claro que jamás te olvidaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario