12 jun 2013

Preparados, listos ... YA


Ayer fuiste el último, cronológicamente, que habló conmigo; en cambio, uno de los primeros que más me calmó. En tu ámbito, insuflaste el oxígeno necesario para desatar un poco ese nudo en el estómago. Con J. no hubo abrazos, ni manos apretadas ni nada especial, pero supe que puedo contar con él: rompió su rutina deportiva cuando le dije “Por favor, quédate conmigo”. Pero las pocas palabras que intercambié contigo fueron, sin duda, de más valor. Rompí (o romperé) la primera regla de los abrazos, pero sabes? No me importa, los “hermanos” están ahí siempre, no les hace falta un contrato de permanencia. Y, aunque a veces la distancia sea un obstáculo, el poder que adquiere el intercambio de palabras es brutal. Ahora sí que sí, empieza el verano, cóctel de emociones preparado para ser consumido, paso de Mojitos que tengan mucho limón.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario