2 jul 2013

Vuelvo a dirigirme a ti


Anoche me faltaron un par de horas para poder plasmar el día.

Todo empezó por quedar a una hora extraña, a media digestión. Me encontré a un conocido, me pregustó qué tal…etc, y luego te vi. Cómo no, dos besos; te animas a mirar ropa, te conviene, nos conviene. Primeras adquisiciones. A continuación, nos impregnamos por la magia infantil de estas fiestas; es más, tú descargaste tu puño y sobrepasaste los resultados. “Deshidratamos” nuestros hígados, como es costumbre en estos días, destacando la paz existente respecto al protagonista de “¿Contento?”. Decidimos cenar el plato italiano por excelencia, los tres sentados sobre una cama. El final fue demasiado empalagoso para tu gusto, tranquilo hermanito, me refiero a la avellana. Nutella sin chocolate. Tras tu indignación por el poco ambiente de esta ciudad, me acompañasteis a casa. Hacía mucho tiempo que no le daba dos besos a quien tú ya sabes. Gracias otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario