El cargo de toda una casa sobre mis hombros, millones de
recuerdos que me asaltan queriendo hundirme, la ansiedad de cada momento: saber
que no puedo cambiarlo. Esta semana la empecé suplicando un café, un abrazo,
una sonrisa; ahora siento que me voy a desplomar. Te necesito ya, mi vida; sigo
sin saber quién eres, pero no me pienso rendir hasta que el roce de nuestros
labios sea un cartel iluminado: SOY YO!! Entonces me hundiré en tu pecho y te
abrazaré con tanta fuerza que nuestras costillas parezcan entrelazarse. Poco importará
que el ritmo de nuestros corazones nos reviente los tímpanos o que nuestras
bocas enloquezcan. Te quiero YA, te quiero AQUÍ, te quiero SIEMPRE.
Enamorame, amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario