Todos nos sabemos esa canción de memoria. Y ha sido así, “he
colgado”, mi espalda lo ha hecho, para ser precisos. Una vez más, esta nueva
vida ha congestionado mi espalda, cierto pinzamiento en los hombros. Ya me ha
preguntado: ¿Hasta dónde te llegan los tirones? Y garantizado queda que mañana
mi espalda se quejará.
Lo malo ha sido después. No sé si serán avisos de parte de
mis cervicales o de mi nutrición, pero el techo se ha cubierto de puntitos y ya
no oía chill out. Ha venido Sus manos y me ha hecho volver a la normalidad, con
su voz dulce J
Por otra parte, ya huele mucho a Navidad. Y me da miedo. Será
una Navidad extraña; no habrá Familia (con mayúscula), pero habrá de mentiras,
por muchas partes. Seré una ex fumadora que invierte en chicles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario