Escribir sin pensar en publicar, o rimar. Sin tener un
objetivo claro, solo avanzar, supongo. Sacar una porción de dolor de mi corazón
para hacer más creíble las risas de mentira. Puedo decir que seguí un consejo
tonto, rápido y sin razón aparente que me dieron, vi la película del niño del
pijama de rayas; y sí que sirvió de algo. Cómo no, lloré. Bueno, no. Mi corazón
se conmovió y mi mente se nubló un poco, pero mis ojos no hicieron nada. Creo que
ya no están por la labor. Océano me dijo que llorar es bueno, pero que ya he
llorado bastante.
Y vale, la música me está ayudando mucho, también leer,
aunque solo sea a ratitos. También los cafés. Pero son y serán siempre
sustitutivos. Hay una parte de mi mundo que ha desaparecido, y estoy con los
mismos síntomas que el día después de dejarlo con J. Qué gracioso; comparar el
primer amor con mi situación actual. En fin, ambas son etapas importantes en mi
vida, pero… como también recuerdo que escribí, “Eso a tu lado es calderilla”. No
menosprecio a nadie, sólo digo lo que hay. El guitarrista fue el primero al que
se lo dije con mi voz. J. fue el primero que me hizo sonreír. Amarillo fue la
primera persona con la que hablé por el móvil. Infancia el primero que me vino buscar
a casa. Princesa el primera abrazo. ¿O fue Chico muffin? No sabría. Criso quien
se preocupó por mi alimentación. Tato el que me dedicó una tarde. Furby el que
evitó que me cayera. Linterna (nuevo pseudónimo) con quien compartí sofá.
Demasiadas cosas para tener en cuenta y destacar. Solo decir
que jamás olvidaré nada de lo que me está pasando, que no todo es malo, lo sé. Tengo
ganas locas de recuperar mi vida de antes, aunque sea diferente; estar con mi
Familia, sobre todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario