26 ene 2014

A lo loco


Escribir sin pensar en publicar, o rimar. Sin tener un objetivo claro, solo avanzar, supongo. Sacar una porción de dolor de mi corazón para hacer más creíble las risas de mentira. Puedo decir que seguí un consejo tonto, rápido y sin razón aparente que me dieron, vi la película del niño del pijama de rayas; y sí que sirvió de algo. Cómo no, lloré. Bueno, no. Mi corazón se conmovió y mi mente se nubló un poco, pero mis ojos no hicieron nada. Creo que ya no están por la labor. Océano me dijo que llorar es bueno, pero que ya he llorado bastante.

Y vale, la música me está ayudando mucho, también leer, aunque solo sea a ratitos. También los cafés. Pero son y serán siempre sustitutivos. Hay una parte de mi mundo que ha desaparecido, y estoy con los mismos síntomas que el día después de dejarlo con J. Qué gracioso; comparar el primer amor con mi situación actual. En fin, ambas son etapas importantes en mi vida, pero… como también recuerdo que escribí, “Eso a tu lado es calderilla”. No menosprecio a nadie, sólo digo lo que hay. El guitarrista fue el primero al que se lo dije con mi voz. J. fue el primero que me hizo sonreír. Amarillo fue la primera persona con la que hablé por el móvil. Infancia el primero que me vino buscar a casa. Princesa el primera abrazo. ¿O fue Chico muffin? No sabría. Criso quien se preocupó por mi alimentación. Tato el que me dedicó una tarde. Furby el que evitó que me cayera. Linterna (nuevo pseudónimo) con quien compartí sofá.

Demasiadas cosas para tener en cuenta y destacar. Solo decir que jamás olvidaré nada de lo que me está pasando, que no todo es malo, lo sé. Tengo ganas locas de recuperar mi vida de antes, aunque sea diferente; estar con mi Familia, sobre todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario