20 ene 2015

Érase una vez un sueño

No sé si es el inicio de alguna película o libro conocido, pero me parece idóneo para encabezar esta entrada.

Hace no mucho tiempo, en algunas entradas de esta página, hablaba de "sueños de princesas Disney" que merodeaban por mi cabeza y corazón dañado. De sueños se vive, dice mucha gente, y, dado que siempre he creído en la improbabilidad, nunca me rendí, siempre vislumbré mi objetivo como algo alcanzable. Podría haber conocido a Mr Secretos antes de como resultó, pero no hizo falta.

Lo bonito de este "érase una vez" es que se hizo realidad; día a día, café a cafe. Copn sus abrazos, sus lágrimas, sus risas, sus sonrisas. Con fechas superadas, decisiones tomadas. Accesos a zonas restringidas, como fue ese rincón de mi infancia decorado con danza. Mayots entallados, medias puntas y gel de brillantina llenando de magia mis pómulos.

¿Sabes? Hace algunos años, cuando ya eras amigo mío, no sé si recordarás que te pedí ayuda para buscar la direccion de una academia de baile. Sherezade. Con sólo una "e". Ahí comenzaron mis sueños. Allí me enamoré de ser mayor y calzar medias puntas en los ensayos. Esas chicas mayores pisando sobre talco para no patinar en el aula. Allí estrené mis castañuelñas de ébano, mi mayot azul aguamarina con manga larga. Allí adquirí la flexibilidad que, aun hoy en parte, conservo.

Sé que es inútil vivir en el pasado, con mis sueños y objetivos de niña que ya no son alcanzables como entonces. Pero un viejo amigo siempre deía que tengo cuerpo de bailarina. Mis ojos aun sonríen cuando recuerdan esas frases. Quién sabe. Mispiernas son fuertes, pero firmes, no gruesas. Mi estómago es llano y... mi pecho tiene forma, pero leve. Esta mañana cuando me he probado un mayot talla 14, para variar, me he visto guapa. He recordado esas tardes de viernes estirando los tobillos cubiertos por calentadores a rallas.

Y te lo dije ayer.


Un día quiero que me veas con las puntas, aunque sólo sea en mi casa.

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