23 feb 2015

Viva la improbabilidad

No creo que haya algo más odioso que las habladurías del amor ajeno.
Envidia, celos... suele ser el motivo.

"Estás ciega", "No está enamorado", "Ya verás cuando te deje"...

¿Por qué todas las relaciones tienen que basarse en otras?
Se repite mi eterna no creencia en la psicología.
Amores hay tantos como personas. Y yo no tengo una lista con todas las personas que he conocido.
Pero, por H o por B, la lista es demasiado larga.
Sí, Sergio siempre fue una "base" con quien relacionar a las personas que me han marcado, pero hace cosa de un año reapareciste tú.
¿Quién me iba a decir que alguien decidiera cuidarme con tanto mimo, con tanta espera como tú?
Puede que tu piel no sea morena, ni que tengas la boca de mi hermano...

Pero cada vez que he dormido en tu cama, cada vez que me he despertado con caricias, tus abrazos, tus miradas mientras lloraba, TODO ESO también era de Sergio.
Por eso también eres oxígeno, pero sé que no habrá nadie como tú.
Cada persona es un mundo, pero resulta que la parte de Sergio que sólo conocemos quienes le conocimos, da la casualidad que la tienes tú.
¿Crees que me arrepiento de algo?
¿Crees que dejarás de compensarme?

Cada vez se me ocurren frases más prediseñadas y sorpresas más de andar por casa.
Me siento en casa. Contigo es fácil.
"¿Por qué eres tan bueno?"
"Soy así"

¿Me haces un favor? No cambies nunca. Ya te dije que tengo asumido a Sergio como un recuerdo. Pero, siendo como eres, me ayudas a no olvidarle.
Me muestras que hay personas que, aunque duela saber que no están, nunca hay que olvidarlas.
Sergio me enseñó que la distancia duele y hay amores que no se olvidan NUNCA.
Y también me has enseñado que San Pablo tenía razón. Que el amor lo espera todo.
Al amor no le importa esperar años para besar a una chica, ni tragar sus besos entre lágrimas, ni condicionar tu día a día y mucho más.
Todo lo soporta. Todo lo cree.

Fue raro ese miércoles con pizza y Nestea, pensar que ya me habías visto en pijama, ya me habías acompañado a Mercadona... y?

Ahora pienso en todo lo que ha cambiado desde entonces.
Que sí, que vale, que he sido yo sola.

Pero no me imagino viviendo sola, sin mareos, sin arcadas..de no ser por ti.

Odio la gente que habla por hablar. Y todo lo que no es sincero.

¿Por qué san Valentín, y no cada día?
¿Por qué la rosa roja y no la amarilla?
¿Por qué los lunes tienen que ser aburridos?
¿Por qué "Nada es para siempre"?

Declaro mis propias leyes.
1. Ser feliz
2. Ser fiel a mí misma
3. No parar de soñar

¿Recuerdas la primera noche que me llevaste en brazos desde el sofá?
Esa es la manera en que mi "príncipe multicolor" me lleva al "País de Nunca Jamás tendrás miedo"?

No hay comentarios:

Publicar un comentario