25 feb 2015

Risas eufóricas

Casi echaba de menos soñar con la delicadeza y ligereza del ballet.
Tal vez por compartir un rato confuso con Ilusión surgió una hipótesis de este viernes.

En el sueño el aula se asemejaba al único que conocí; los mayots y calentadores de las chicas que estaban en la barra eran negros, contrastando con los pantis blancos.
Había empezado el día con buen pie, y cuando llegó a tu casa las cosas han empezado a mejorar a pasos agigantados.

Jamás  un libro (tal vez sí, pero no de este género) me había influenciado tanto anímicamente.

Y no me quejo.
Ni tú puedes hacerlo.
No es habitual que resalte una fecha en el calendario.
Pulsaciones, entusiasmo.
Está claro que sé dónde y con quién quiero REÍR.

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