25 abr 2015

Magia II

Salgo de casa a una velocidad bastante más ligera de lo habitual en mí. Como escribió Albert: dime como caminas y te dire cómo ríes.
Nunca lo comprendí, pero hoy sí. Emocionada, ilusionada, con ganas.
Yo qué sé.

Y en mi "carrera" pienso: cómo me puede acelerar tanto la idea de ver bailar?
A estas alturas de mi vida?
Me llevo la mano al pecho y rozo la clave. Entonces me sale una lágrima.. 

"Si. La respuesta es simpre la misma."
Tú y musica
Más detallado:
Tú, clave, libro de Michaela, Ilusión, Hélade.... tachán

Y ahí estaba yo:
Notando en el pecho la vibración de la música.
Admirando, y tratando de entender, cada giro inexplicable, cada extensión llevada a lo extremo.

Y sí, he llorado.
Sí, he tenido que bajar la vista en cierto momento.

Pero lo mejor es que esas lágrimas no han sido de envidia ni frustración, sino admiración.

"El ballet profesional tiene fecha de caducidad"
Perdón?
Que me llamen loca, pero me reitero en que el sexo y la danza no son tan diferentes.

Todo el mundo cree que hay una edad determinada. Mentira.
Que es cosa del cuerpo, no hay emociones. Mentira.

Solo hacen falta dos cosas.
Un ritmo que seguir y amor.
El cuerpo decide lo demás.
Y el corazón se deja llevar

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