Como tostarme al sol, sin pensar en la necesidad de after sun ni los mareos.
Babear frente a cualquier bebé o cosquillas en la tripa, olvidando todas las locuras que necesito hacer.
Sentir escalofríos de placer ante la idea de ir a Roma contigo, cuando cualquier sitio es el paraíso.
No quiero pensar qué hora es, si grito mucho o si sonrio como una niña
En realidad no quiero pensar. Ni si quiera en ti.
De qué vale pensarte o desearte.
Lo que quiero es sentirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario