1 ago 2015

Algo así como la ley de Murfy

"Si tienes una ideología firme, pero hay personas de tu entorno que no la comparten, siempre puede dar un vuelco"

Podría poner ejemplos ajenos a mí, pero paso.

Los motivos de un suicida siempre pueden girar.
El sentimiento de culpa de una víctima del maltrato.
El pánico a la maternidad.
El rechazo al amor.
La falta de autoestima.

Y no es cuestión de atiborrarnos a antidepresivos ni dejarnos el sueldo en terapias.

Todo se arregla el día que, saltas de la cama, te miras al espejo, sonríes y dices: Yo puedo.

Ese día empiezas a ver luz.

Hace menos de un año que tomé como algo habitual la que creía que sería mi fobia de por vida, la que me negaría cumplir sueños.
A día de hoy, esos sueños no me preocupan.
Ya llegarán.

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