27 ago 2015

Mi sofá

No pienso ni puedo pedirte nada.

Me lo das todo.
Me enamoras de nuevo cuando me haces reír, cuando te pre-ocupas por mí.

Pero también me enamoras cuando me llevas la contraria, cuando resoplas en una librería.

No es que haya que mantener la magia.
No se puede estar anclado en los inicios.

Magia por comodidad.
Comodidad como en el sofá de una vida.

Siguen y seguirán habiendo caídas, pero, contigo cerca, todo es fácil.
Un sofá que lo cura todo.

Un sofá que comprende, escucha, abraza, da seguridad.

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