24 ago 2015

Nunca es demasiado

Se me puede olvidar el día que es.
Se me puede olvidar un motivo.
Se me puede olvidar una fecha.
Incluso se me puede cruzar un nombre.

Pero, aunque se me olvidase latir, hay algo que late demasiado fuerte.

Ah no. Perdón.
Nunca es demasiado.
Ni tú eres demasiado, ni yo lo soy.

Simplemente somos.

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