Adicta a tu piel, a sentirte tan dentro de mi alma que me duela respirar sin ti, es mi hábito.
Estés o no estés
Puedo estar tumbada en la cama, a tu lado, trenzando mis piernas con tus manos, y aún así añorar tu cuerpo.
Igual que puedo estar a varios kilómetros de ti y que mi piel se erice al repetir un camino inventado por tus manos.
Tus esperas, la obediencia a mis deseos y súplicas, son mi verdadera seguridad.
"Las lágrimas pueden, y han de ser, buenas"
Felicidad, entusiasmo, realidad, amor y orgasmos.
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