7 oct 2015

No corras, correremos juntos

Las prisas son malas.

En una relación, en el sexo,en un quirófano, en la carretera.

Pero, en casos de seguridad máxima, la adrenalina nos puede.

En el diario de Noah, los protagonistas se tumban en mitad de la carretera por la noche. Hasta que aparece un camión y tienen que salir corriendo.

Algo así, aunque no en sentido real, es lo que quiero.

Tu cuarto es un buen lugar, pero hay muchos más.

En ese espacio mis tímpanos se acoplan, dejo de oír nada que no sean jadeos.
Y mi corazón corre, mis manos se mueven más rápido de lo habitual y mi mente vuela hacia todo lo que algún día llegará.

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