16 nov 2015

La cama se queda corta

Y si vamos a Roma?
Y si vamos a la playa?

Y sinos perdemos?
Y si nos acostamos?

No hablo de sexo. Algo tan simple como compartir sábanas.

Para quien no lo sabe, bajo ellas hay océanos de risas cosquillas que abren los poros y cierran las preocupaciones.

Las mejores confesiones de amor se dan allí, no necesariamente tras hacer el amor.
"Me gusta el olor de tu cama" vale por todo.

Tu aliento dormido acaricia y hace cosquillear mi pecho.

Ya no te busco en ella. Sé que estás.
Ni siquiera tengo que meterme a la cama.

Estás en los bares donde hubieron cafés.
Estás en las paradas de bus donde nos encontramos y despedimos.
Estás en las sillas de urgencias.
Estás en centros comerciales.

Y siempre estarás en heladerías de otras ciudades, en estaciones de regreso, en sofás, en ríos, en camas, en sofás.... Que no nunca fueron nuestros, pero siempre lo serán.

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