Sábanas robadas, compras del súper, ropa, risas, 0 lágrimas, mirar juguetes y, porqué no, ropa de bebés.
Luego soy yo la del instinto maternal, pero lo mejor es el poder que tienen las compañías.
Claro que te encuentras a personas que no quieres ver, que hay olores que te recuerdan lo que quieres olvidar y prendas de ropa o frases.
Pero, aunque no siempre funcione, el tiempo ayuda a cicatrizar.
Oír tequieros de otras bocas, de otro tipo de personas.
Entender lo importante que fueron los cabreos,las pausas.
Me encanta decir las frases que te prohibí a ti.
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