Días nevados, días solitarios, días sin hambre, días nostálgicos.
Como anoche.
Me quedé dormida tras dar mil vueltas a contestaciones que se dieron a otras personas, a susurros desagradables que me persiguieron en sueños.
Tú y yo cenando en mi anterior domicilio, tú y yo gastando el tiempo en un viaje en tren, tú y yo poniendo la mesa para comer.
Días no vacíos, pero sí con esa sensación.
Debería leer para irme lejos de este sofá tan frío, pero mis ojos vieron anoche muchos recuerdos y sólo quieren descansar.
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