6 mar 2016

Hoy

Anoche no quise escribir, ni pensar, ni ver tele, ni dormir, ni llorar.

Huye del pasado.
Huye del café.
Huye de sonrisas.
Huye de soñar.

Quiero tantas cosas, pero se simplifica.
Todo es que tan fácil como ojos que narran historias.

Mil vueltas en una cama vacía, despertarme a las tantas por el llanto de un niño en el piso superior y ver que ya no dejo que me domine la ansiedad.

Hay que encontrar remedio, pero ya no urge tanto.
Hoy tranquilidad, chocolate, voces susurrantes y poquito más.

De qué vale pensar en el pasado y echar de menos recuerdos de tantos años.

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