Una vez te me quedaste dormido tras contarte un cuento personalizado.
Sabes que me encanta jugar con tus rizos y acariciaste.
Y que me haría ilusión, cuando te crezca un poco, lavarte el pelo.
Será columpiar mis manos ancladas a tu pelo, anclada a ti; sumergida en espuma fresca, como olas de mar.
Mecernos a ese ritmo lento y acompasado hasta que nuestros cuerpos decidan aminorar sus ritmos cardíacos.
La idea del título me la ha dado otro blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario