17 jun 2016

Lo siento, Platón

Parece que el verbo amar sólo se puede conjugar a ciegas y sin fisuras.

Y no. De hecho me parece falso, y por tanto no es amor.

Que sí, las locas aman porque las cuerdas atan.
Y las locas se equivocan mucho, hacen daño sin quererlo, pero tienen un objetivo, disfrutar y hacer disfrutar.

El mundo del marketing siempre polariza a sus clientes, reales o potenciales.

Y el amor de verdad no se puede ni catalogar en dos polos opuestos.
La media naranja nunca es media exacta.
Una tiene más zumo, medio gajo lleva más huesitos que el otro medio o una mitad tiene hojita ó pegatina.

Y qué?
No va a salir un zumo de naranja con un sabor igual u "otro zumo".
A cada zumo le tardarán más en oxidar las vitaminas, le convendrá un azucarillo ó dos.

Pero nunca un zumo igual.
Nunca un zumo que guste a todos.

Cada naranja ha hecho un recorrido distinto hasta llevar ahí.
Cada naranja es de un árbol más ó menos joven.

No voy a decir mucho más.
Que me siento cómoda, que me gusta este zumo, que no pienso tolerar que nadie incline el vaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario