Algún día llegaría alguien que ordenará mi desorden, que encontrase el interruptor de mi realidad.
Algún día me ayudaría a desinfectar las heridas que me hice caminando a oscuras.
Algún día el pasado se dividiría en dos, dejando sólo recuerdos de luz, nunca de bombillas rotas.
Sigo cayendo, sigo mareándome y echando de menos trocitos de color.
Pero aprendí a echar de menos, simplemente, sin buscar la manera de regresar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario