25 ago 2016

En tal dia como hoy

Miré a la cara al mayor miedo que conocí.

Vivir con esa inseguridad concreta, tan profunda, fue la frontera que otros traumas necesitaron para paralizarme, en su día.
Pero hace dos años, creo recordar hasta la hora que era, se esfumó.
Y me reí.

Puede que hoy sí me brillen los ojos, pero es por algo presente, muy presente. Necesario, complementario... llámalo como quieras.

Siento pequeñas molestias en las articulaciones, pero es porque mi cuerpo aún cree que hay mar cerca.
Y es que hay algo mucho mejor.

Algo que siempre va a estar conmigo, que siempre estuvo, que es un regalo sin precio.

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