12 oct 2016

A tiempo

Hace unos meses, me encontré con una imagen de una bailarina en medio del escenario sin focos, junto a una frase que hablaba de bailar con el corazón, sin que nadie oiga música ni vea movimiento.

Y que me llamen lo que quieran, pero me creo eso de que, si bailaste una vez, lo seguirás haciendo en tu recuerdo.

Hubo un tiempo en el que apenas hablaba; sólo bailaba.
Algo tan pequeño me dejaba expresar todo, desde una edad tan temprana podía hablar de pasión, abandono y desesperación.
Cuántos adultos no saben ni lo que es eso?
Cuántas palabras se quedan cortas para acercarse?

Sé que hablo desde el desconocimiento, pero me atrevo a decir que NADA, ni drogas, ni el mejor sexo del mundo, ni museos, se acerca a la posibilidad de comunicación de una coreografía.

No necesita tiempo, ni un número concreto de personas, ni música... simplemente cuenta secretos que nada ni nadie puede saber.

Que sí, que hay mil esculturas de mitología griega; pinturas conocidas en el mundo entero. Y sonidos de instrumentos que encogen estómagos y cortan respiraciones.
Pero sólo abarcan un sentido.

La danza se nota hasta en el olor a talco para no resbalar; se ve, se escucha, se sueña, se siente, se vive.

He soñado mil veces contigo, el doble con la vida que nos espera y el triple con la danza; desde clases experimentadas hasta actuaciones que no fueron ni serán.

Pero me quedo con lo real; tu abrazo cuando no pude contenerme más tras ver media clase, verte al otro lado de la puerta aquel viernes de Erase una vez, mi reencuentro con mi primer centro y los arañazos y agujetas del primer día de algo más real, menos clásico.

Y no puedo hacerlo más corto que esto. No puedo vivir ni sentir menos.

Ocho tiempos.
Posición básica, pies y brazos, disciplina, caídas, pasión, arte, oídos sordos y sexo.

Ahora que lo escribo, esas ocho palabras me recuerdan a otras cosas. Definen mi vida de manera demasiado ajustada.
Como unas puntas.
Como un corsé a medida.

Como el tiempo antes de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario