5 oct 2016

No me interesa encajar

Como siempre digo, porque lo pienso, todo tiene que ver con el amor; en este caso, la importancia que se le da.

Hace más de 10 años me dijeron que el amor no sé puede describir.
Digo yo que el amor propio tampoco, la personalidad, los objetivos, las preferencias.

No entiendo un mundo en el que hay WiFi gratis en los bares, pero el Ayuntamiento exige pagar el agua hasta de las fuentes.
No entiendo las tallas de ropa, que cada tienda pone el número y la letra que se le antoja.
No entiendo que niñas de 12 años se pinten como treintañeras pero que si un niño asiste a clases de danza se le juzga.

Nl entiendo tantas competencias, fútbol, política, marcas de ropa, coches.
No entiendo que va sea más fácil de romper un matrimonio que un contrato de telefonía móvil.
No entiendo que haya películas para ellos y para ellas, cuando de pequeños no importaba.

No entiendo que se siga bebiendo y fumando sólo por hacer vida social.
No entiendo que el "Tenemos que hablar" haya pasado a ser "Toca parrafada de Whatsap".

Con lo fácil que era mirarse, tomar un café, ir al cine, reírse del momento y, sobre todo, no estar pendientes de 500 mensajes de texto al día.

Por eso asustan tanto las lágrimas de impotencia y los tequieros no escritos.

Con lo fácil que era.

Lo peor es que el romanticismo ya es algo antiguo.
La semana pasada en un programa musical dijeron a un veinteañero que era peculiar oírle cantar baladas, con su edad.

Se me vino el mundo encima.y entendí porqué me echan más años los que me leen y no me conocen.
Y sentí pena, la verdad.
El romanticismo ya no existe, se ve.

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