Qué fácil era gritar vacíos y que difícil es clasificar lo bonito.
Qué tonta esa costumbre de ser niñas y planificar el vestido de novia.
Cuánto se confunde, si es posible, libertad y rebeldía.
Por qué la gente, en un mundo de "libertad y vida individual" habla tanto de las decisiones de otros?; si fuese simple cotilleo no dolería tanto, eso ya no sorprende.
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